viernes, 6 de abril de 2012

La historia de la barra.

Buenas y festivas tardes!! ¿Qué tal? ¿Qué habéis estado haciendo?... Nosotros nos hemos decidido por la cura de sueño... y vaya si nos hemos curado!!!!

Así que ahora una vez despierta, me pongo manos a la obra con el blog que tengo un montón de entradas a medias, otras sin escribir (como esta) y otras a falta de dos líneas para terminar.

Esta es una entrada más bien personal y que no tiene nada que ver con el blog, pero se la debo al mundo... porque "la historia de la barra" se remonta al año 2008 y ha llegado a su fin este mes de abril de 2012...

Compramos el piso sobre plano en el 2006 (creo) (sí, lo sé, en pleno auge de la famosa burbuja... pero bueno a cada uno es lo que nos toca); nuestro constructor era de los pocos que por aquel entonces dejaba hacer todo tipo de cambios sobre plano, y para nosotros, que veníamos de vivir en un piso megaviejo, aquello era el maná... tantas revistas de decoración, tantas ideas que plasmar en nuestros 65 metros cuadrados...

La foto de la izquierda es la cocina, y la de la derecha es el salón. Son habitaciones contiguas, y mi entonces novio tenía muchas ganas de tener una "barra de desayunos".


Así que la opción fue abrir un hueco entre las dos habitaciones, quedando de esta forma:


Estas fotos son de febrero de 2009... y hasta el 2010 no vinimos a vivir aquí... 

Nos trasladamos con nuestros cuatro muebles (lo de cuatro es literal: la cama, el sofá, la mesa de la cocina y la mesita del salón :-) ) y poco a poco fuimos personalizando nuestro espacio... menos la barra... y es que la lluvia de ideas sobre materiales, color y forma nos tenía completamente paralizados...

Finalmente nos decidimos por un carpintero y sobre una idea estupenda que nos dio Manel

Y aquí entra en juego mi querido, amado y adorado PADRE, que es un auténtico manitas con mayúsculas, y al ver el presupuesto dijo que ni hablar, que la barra la hacía él

Que conste que yo sabía perfectamente dónde me estaba metiendo, pero claro, el resto del mundo que oís hablar de la barra no os podíais imaginar que esto sería como la obra de El Escorial...

Así que poquito a poco, mi ya marido y mi padre comenzaron su odisea de diseño, montaje, rectificación, taladros, martillos, sierras, cables y viajes varios hasta llegar al 4 de Abril de 2012:







Y llegó, por fin, el DESPUÉS:





Así que sólo me queda dar las GRACIAS a mi marido y sobre todo, a mi padre, porque además de habernos ahorrado una pasta, nos has dedicado una parte muy importante de tu tiempo y de tu talento que siempre quedará reflejado en nuestra esperada barra de desayunos.

Te quiero mucho papá.

Un abrazo!

8 comentarios:

  1. Precioso y muy práctico!!!! enhorabuenaaaaa

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  2. Es genial!!!! Dan ganas de desayunar 20 veces en un día!! Jaja Qué majete tu padre!! ;) Lo que no hagan ellos por nosotros....;)

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    Respuestas
    1. Yo la miro cien veces al día!!! Y no puedo evitar pensar en la siguiente "obra"...
      Gracias por comentar!!

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  3. Aunque odie la palabra chic, le viene que ni pintado, me están entrando ganas de una en mi casa!

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